Iniciar con un negocio no es una decisión que se pueda tomar de un día para otro, implica planificación, seguridad y sobre todo, muchas ganas de desarrollar tu negocio, y cuando finalmente decides dar este gran paso de invertir en equipos, abrir un espacio para tu nueva empresa y poner todo tu empeño en tu proyecto, surgen muchas acciones que deberías evitar.
Y acá, te las explicamos:
- No organizar tus inversiones y tu tiempo: Tratá de llevar un registro de tus gastos, siempre dejando un monto específico para aquellas situaciones de emergencia que puedan surgir en el diario vivir, esto reducirá un poco las posibilidades de perder el control sobre tus finanzas.
- Creer que los convenios con otros emprendedores son una mala idea: Si te sentás a pensar quiénes podrían ser tus aliados comerciales verás cómo tu cantidad de clientes pueden aumentar con sólo tener referencias de otras personas. Buscá empresas que hagan productos complementarios al tuyo y recomandá su uso, esto hará que las personas asocien ambos productos y puedan existir nuevos trabajos.
- No darle importancia a las redes sociales y la imagen que proyecte tu emprendedurismo: Recordá que los seres humanos somos muy visuales, si no das reconocimiento al valor que te pueden las redes para darte a conocer, tu negocio crecerá muy poco y tu posible público no te conocerá. Vuélvete perfeccionista, que todo lo que hagás tenga una buena imagen, y por supuesto, creá una línea gráfica que te caracterice.
- No dejés de estar en constante aprendizaje y atento a las tendencias: Las técnicas cambian, así como los gustos y las tendencias, no te olvidés se seguir alimentando tus ideas, así podrás justificarlas y ver si son realmente productivas cómo las crees, o solamente, es un gustito personal que te querés dar. Informáte para todo, para seguir invirtiendo en equipos de calidad, para introducir nuevos productos, para tratar a tus clientes, para buscar proveedores de calidad…
- Abaratar tus trabajos por el exceso de competencia: No despreciés tus proyectos, no dejés que el miedo a enfrentar la competencia te haga perder credibilidad y hasta perder tus ganancias para “entrar” al negocio. Confía en tu proyecto y en la calidad de él, abrí tu espacio, buscá tu nicho y ponéle todo el empeño para salir adelante.
Esta es una lista bastante básica que vos mismo podés seguir, no le tengás miedo al mercado, buscá ayuda de los especialistas y trabajá fuerte día a día.