Ahora que viene la época navideña es muy común que muchos de nuestros clientes nos pidan hacer trabajos temporales con vinilo. Recordemos que este material es una película autoadhesiva puesta sobre una cinta mate que funciona como liner lista para retirarlo y colocarlo sobre las superficies lisas o levemente rugosas.

Pero antes de pasar a su característica esencial del adhesivo, es necesario reconocer los dos tipos de vinilos que hay, siempre teniendo en cuenta que su clasificación se hace de acuerdo a su forma de producción.

En el mercado vamos a encontrar los vinilos calandrados, que son los que se producen cuando se combina y se derrite la materia prima para luego pasarlos por unos rodillos, en este paso es donde se presiona para obtener el grosor del material. Con tensión, calor y presión se logra estirar el material, lo que hace que la película tenga mucha más memoria (que es la tendencia a regresar a la posición inicial cuando se aplica).

Mientras que los fundidos se obtienen al verter directamente el material en unos moldes hasta darles la forma y el grosor necesario, este proceso reduce muchísimo la exposición dl material al calor, la presión y la tensión, por esta razón es que los vinilos fundidos son de mejor calidad y con más estabilidad.

Al tener esto claro, ahora la duda que nos surge es ¿qué material utilizar y cómo seleccionar su adhesivo? La oferta existente es muy amplia, podemos encontrar vinilos especiales para trabajos promocionales que tardarán sólo un par de meses, hasta materiales que realmente tarden años adheridos a la superficie y que será muy complicado de retirar son causar daños.

Para comprender mejor su tecnología es necesario que sepamos que todos los adhesivos poseen dos partículas, llamadas A y B, cuando a ellas se les ejerce presión esas partículas se fusionan y generan una reacción química, justamente el adhesivo. Una vez que se aplique presión el adhesivo empieza su función, y es en este punto que es vital conocer la diferencia entre el reposicionable y el permanente.

En el caso de los reposicionable su reacción adhesiva es que es mucho más lenta, permitiendo aplicarlo una y otra vez sin que quede totalmente pegado a la superficie, por el contrario a los permanente, que aunque su aplicación no esté en el lugar y la medida adecuada no existe forma de retirar y volver a colocar sin que se dañe el material y el trabajo, ya que la reacción se genera rápidamente.

A grandes rasgos podemos encontrar varios tipos de vinilos según su adhesivo, los reposicionables, los permanentes, semipermanentes y removibles, cada uno con características distintas y hechos para proyectos específicos.

La humedad, el polvo y la temperatura juegan un papel importante en la aplicación de los vinilos, así que tenés que cuidarlos ya que ningún tipo de vinilo es reutilizable.